Martes...

Hoy es un día de esos en los que me siento muy sola en esta casa... y además como anochece tan pronto y hace fresquito... pero bueno, ya queda poco para que llegue la primavera :P

Hoy nos llegó un correo que me llegó al corazón. No es plan de contarlo aquí (aunque lo mismo salió en la tele, pero bueno, como no lo sé...). Dios, esas cosas me hacen llorar.

La frase de ayer de un compañero: "vaya, hoy no traes las coletitas, me has quitado la ilusión" (subiría sólo para cachondearse de mí? es que ahora no recuerdo si traía algún papel para nosotros o no).

Oye, habéis probado las tortas esas de arroz? (o algo así, es que no me apetece ir a la cocina a comprobarlo...). Es que a mí el sabor me recuerda a algo, pero no sé a qué. Y no me digáis a arroz o a palomitas, que ya lo pensé y no es eso :D

Pues hoy hablando de sorpresas se me vino a la cabeza una muy bonita. Bueno, que he tenido más en la vida, jeje, pero me acordé de esa... en el momento me pareció de película y todo, jeje. Hace unos cuantos años (joder, unos nueve, cómo pasa el tiempo!!), poco después de empezar a salir con Sergio, con la cosa de que era verano y otras cuestiones que no vienen al caso, él se tenía que marchar no sé cuánto tiempo al pueblo. Vaya dramón nos organizamos. No recuerdo si era poco o mucho tiempo, pero en aquel momento a mí se me hacía todo un mundo y andaba como un zombie (como dice mi padre de Julito, "como pollo sin cabeza"). Bueno, hasta nos mandamos cartas urgentes y todo, jeje (pa entonces lo de los móviles no estaba muy de moda, creo...). Pues un día sonó el telefonillo, contestó mi hermana y me dice "oye, que es Bea, está abajo esperándote". Y yo sorprendida, porque Bea vivía algo lejos para darse un paseín para venir a verme, y nunca nos veíamos si no quedábamos antes. Total, que cojo el telefonillo y empiezo a decir "Bea.... Beaaaaa... subeeee... que no me apetece bajar!!". Pero no contestaba nadie. Y mi hermana diciendo "pero baja, tía, que está esperando!!". Total, que cojo el ascensor, llego al bajo, salgo, y de pronto, como de la nada... allí estaba él!!!! yo no sé en ese momento qué pensé, pero lo único que pude decir fue: "Sergio!!", y corrí a darle un abrazo de esos que hacen época :D Había venido a verme a mí porque me echaba mucho de menos!! Fue estupendo, de verdad, de esas cosas que se recuerdan siempre, por mucho tiempo que pase y por muchas cosas que ocurran. Ayssss, qué bonitos los 16, coño!!!

Y nada, pues eso... aquí pasando la tarde... me pondré a leer un ratín.

PD: ya compré las velas, con olor a chocolate, aunque sinceramente, no huele mucho (será porque son pequeñitas...)

Besines.