El buzo
Hoy fui con Marco al Acuario, aunque no lo teníamos planeado, pero bueno, surgió así la cosa. Está... bien. No genial, no maravilloso, y no un asco. Bueno, es una opinión personal nada más, que conste.
Realmente lo tienen bien montado, con mucho gusto y bien cuidado. Obviamente, lo que más llama la atención de la gente en general son los tiburones, los pingüinos y las nutrias. Bueno, las nutrias me gustaron, quería yo llevarme una pa casa, jeje. Los pingüinos estaban graciosos y los tiburones elegantes. Pero a mí el detalle que más me gustó fue mi propia tontería. Bueno, Marco como ya me conoce seguro que ni se sorprende, pero en fin. En el lugar donde estaban los tiburones junto con unas tortugas enormes que parecía que saludaban al público, de pronto vi un buzo. Al principio pensé que era de verdad, pero luego supuse que sería un muñeco así para adornar (la verdad es que quedaba bien, qué queréis que os diga). Luego cuando se movió un poco más me pareció que el movimiento era muy real. "Joer, qué logrado", pensaba yo, y me empecé a fijar en los detalles. Las piernas, los brazos, el movimiento del cuerpo en general... vamos, yo pasando de los tiburones y las tortugonas, yo mirando al buzo. Pues sí, era de verdad. Y me costó un rato llegar a la conclusión, no os creáis, porque yo le pregunté a Marco, pero aún así me quedé cavilando un rato... pero sí, era tan real que hasta saludó a los niños curiosones que estaban por allí mirando. Yo que ellos ponía un buzo de mentira, a ser posible parecido al que había de verdad, porque queda muy bien xD.
Eso sí, yo no perdono que no haya delfines. ¿Qué es un acuario sin delfines, a ver? dónde está la exhibición, los saltitos, el numerito de cuando cantan? (cantan mejor que yo, por cierto). Es que mi relación con los delfines siempre ha sido muy emotiva. Cuando iba al zoo en Madrid yo veía las tres exhibiciones que había, aunque eran todas iguales, pero me encantaba. Había un numerito en el que el delfín tiraba de una barca donde iba montado un niño o una niña, y siempre me daban mucha envidia, yo quería estar allí!! y luego les hacían cantar y saltar, y hasta bailaban (y también lo hacían mejor que yo). Y cuando el cuidador, o entrenador, o como lo queráis llamar les acariciaba o les daba un besín, a mí se me caía la baba. Lo que hubiera dado yo por acariciar un delfín!! Es una de mis grandes ilusiones (aparte de aprender a conducir un autobús), pero me tuve que conformar con acariciar a una serpiente, y la verdad, no era lo mismo. Bueno, he de decir que yo con las exhibiciones de los delfines SIEMPRE lloro. Aunque sea un poquito. Me emociona sobremanera, más incluso que los fuegos artificiales (que también suelo llorar). Joer, ahora que lo pienso, yo lloro por todo. Cuando me toque la primitiva (porque estoy segura de que me va a tocar) sí que voy a llorar.
Besitos.
2 Comments:
Elena, dos palabras:
Entra-ñable.
Jajajajaja, si es que lo del buzo ha estado estupendo, y no habéis sacado fotos?, jo yo quiero verlas, ¡ qué suerte tiene Marco!
Bien te lo pasas, pues a salir más, vamos si queréis.
Pues no hicimos fotos. Es que quedamos allí por ser un sitio conocido para los dos, y así no andarnos con mucho lío. Y una vez allí, pensamos en entrar y verlo. Espontáneos que somos, si es que hacemos unas locuras!! jejeje.
Todavía recuerdo la pregunta de Ele: "pero el buzo es de verdad?"...
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