Morbosidad
Doce de la mañana (aproximadamente). Entra un hombre con cara compungida, pero en cuanto abre la boca se nota por el tono que en el fondo está encantado de dar él la noticia. Y la suelta: "sabéis quién se acaba de matar en un accidente?". El lugar de pronto se convierte en un caos de preguntas sin contestar. "Iba solo? cómo ocurrió? le harán la autopsia? por qué iba por esa carretera?". Todo ello en un tono realmente triste, pero con ese último deje de "qué emocionante!!".
Creo que los seres humanos somos muy morbosos. Y me incluyo por no quedar mal, porque no me considero una persona morbosa. No soy de las que se quedan mirando cuando ves un accidente en la carretera ni aminora la marcha si no lo exigen las condiciones. No cojo el móvil para relatarle a mis familiares y amigos en qué posición se ha quedado el autobús que ha volcado. A veces el ser humano me parece increíblemente falto de sensibilidad. Nos disfrazamos de personas profundamente preocupadas por personas que en vida nos han pasado casi desapercibidas, y en el fondo sentimos ese "regustillo" de "soy yo el que está dando la mala noticia, qué guay que soy" o "esto es una pausa en el trabajo, menudo ambiente hay hoy por aquí".
Y la verdad es que no lo soporto. Odio esas situaciones. Confieso que, como todo el mundo, tengo curiosidad, pero no me gusta recrearme en los detalles macabros como parece que le encanta a algunas personas. Odio que cada año vuelvan a poner imágenes de masacres ya pasadas. Ya ocurrió, por qué volver a recordárselo a los familiares y amigos un año y otro? qué conseguimos? recordar a las víctimas? pero de qué modo, del modo en que les hubiera gustado ser recordadas o del modo hipócritamente humano?
En fin... Marco, esto no va por ti, ya te lo he dicho hoy, jeje. Es que coincidió que justo hablando con él por el messenger me leyó una noticia que estaba leyendo, pero no va por él el post.
Bueno, cambiando de tema... esta semana fui con Bego al Museo de Arte Contemporáneo de León y salimos de allí un poco "flasheadas". Por lo menos yo. A mí me dio la impresión de que, entre todo aquello, si hubiera tirado un huevo contra la pared, habría quedado verdaderamente artístico. Había cosas que tenían su aquel. Había salas con pequeños cortos, y la verdad es que a alguno sí le cogí el punto. Uno me dio hasta miedo. Todas estas salas estaban a oscuras y se entraba a través de una cortina. Bueno, pues en una de ellas había tres pantallas con tres imágenes muy parecidas. De sonido de fondo, se oía una respiración humana que a mí me puso los pelos de punta (estaba recordando que en León duermo en una casa vacía!). Las imágenes eran de un edificio, con coches aparcados delante y gente andando por allí. Cada cierto tiempo, parecía como si cayese una cortinilla y se veía la misma imagen pero con otros tonos, en cada pantalla un tono diferente. No sé, me impactó bastante, la verdad.
En otra sala (la que no entendí para nada) había algunos espejos rotos (oiga usté, de esto yo tengo alguno en casa), un rollo de papel higiénico, un maniquí con unos calzoncillos y la caja en otro sitio. Un cuadro al revés, que si hubiera estado al derecho me habría gustado y todo xD, y poco más... y ya en el resto de las salas ni me acuerdo, era todo tan raro para mí. En una había fotografías de ropa, y bueeeeno, me pasó como con el buzo, yo pensé que eran de verdad. Es que eran muy realistas, qué le voy a hacer yo. En otra sala había... no sé cómo se llama, una pantalla pero así puesta en el suelo, con el proyector en el techo, y se veían pececillos nadando. Parecido a un salvapantallas (uno que se bajó Bego de internet, por cierto). En otra, la pantalla era circular y la verdad es que no capté muy bien las imágenes porque me mareaban un poco, pero estaba bien. Y no me acuerdo de más...
Lo de quedar con Bego me hizo pensar que ojalá conociera gente en León para hacer cosas así, que siempre te lo pasas bien. Pero claro, en el curro es un poco difícil hacer amistades, y tampoco es plan de ir por la calle, coger a una por banda y ofrecerle tu amistad eterna xD. Aunque bueno, todo es ponerse, que a mí cuando me da el punto puedo ser hasta extrovertida aunque no lo parezca :P
Y, por cierto, Marco, sí, hablamos poco, y qué? mira, si uno habla mucho, ya nos da conversación, y mientras vayan sacando conversación, pues vaya, uno más o menos habla (si le apetece, porque a mí hay días que no me apetece hablar, simplemente, no es ya que no se me ocurra nada que decir, es sólo que no quiero hablar). Y si no habla, entonces es como tú y no tiene nada que "reprocharte". A mí en el curro ya me dicen que hablo muy poco, aunque eso no es nuevo, ya me lo han dicho toda mi vida. Y qué? pues no, no hablo mucho, soy callada, qué le voy a hacer. Es más, es que pa soltar tonterías como hacen muchos, pues estoy mejor callada... y al que no le guste, que no mire.
Ayer hablé con Helena y oí a su hijito... qué riquín. En momentos como ése me pienso esa decisión mía "inapelable" de no tener hijos nunca. No me gustan los niños (si exceptuamos a Julito). No tengo gracia con ellos. Y cuando me da por decirles alguna cosa, suelen pasar de mí... si tuviera un hijo, obviamente me gustaría. Pero me da a mí que yo no tengo instinto maternal. O tengo demasiado. Quiero decir, que para ser una madre agobiante que va a estar todo el día preocupada por su retoño... vale más no ser mamá, no? en fin... que todavía no se me pasa el arroz, tengo tiempo para pensarlo, jiji.
Por cierto, eso me ha recordado cuando hicieron el ajedrez gigante. Que llevé algunas tablas (las que hacían de tablero) con todo mi esfuerzo (os juro que no podía con ellas, pesaban mucho!!),y me viene un crío a cogérmelas y le digo yo "podrás con ellas?", y me dice "claro!!", y me las coge como si fueran de corcho, y tendría 10 años como mucho el chavalín!!! qué corteeeeeeeee, soy una flojucha, y eso que siempre he presumido de tener mucha fuerza en el brazo derecho (sólo en el derecho, que es con lo que cargo las cosas pesadas... o sea, la compra y eso).
En fin, que me voy a dormir ya, que una ya tiene una cierta edad y unas necesidades de descansar :P
besines.
1 Comments:
¿Pero pregunté yo algo de si habías hablado poco o mucho? jejeje.
Vale, lo pensé. Eso sí.
Lo malo de hablar poco es que siempre surge alguien que quiere hablar por tí. Mi hermano, por ejemplo, siempre está haciendo comentarios sobre los demás: este es así, aquel es asá. Y si yo estoy callado, no puede reprimir algún comentario, para hacerse el gracioso o el egocéntrico, o el imbécil, que es un imbécil. ¿Se nota que viene el domingo a comer?.
El museo a mí me hubiera gustado, por distinto y por raro. Así que ya sabes, cuando vaya, me paso.
Ah! sobre la morbosidad... es verdad que la gente es como tú dices. Yo tampoco me paro en un accidente, ni siquiera me gusta ver noticias de accidentes, porque me entra miedo a tener yo uno. Supongo que hay gente que necesita ver algo así, o comentarlo, porque no ve la parte "mala". Solo ve el "espectáculo" (entiéndase bien las comillas). Como si fuera una película. Solo cuando pasa en alguien que conoces lo ves como lo que es: una tragedia. Somos los seres humanos del XXI unos consumidores en potencia. Y lo que sucede en el mundo no deja de ser un espectáculo que está en la tele y los periódicos. Y hablamos de ello como si hubiésemos visto una película. Realmente no tenemos conciencia humana de lo que sucede. Niños muriéndose de hambre y en el primer mundo todos obsesos. ¿No es eso un síntoma de falta de conciencia?. Los niños muertos de hambre son "esos de los anuncios de caritas". No son seres reales, que están en este mismo planeta y respiran el mismo aire.
El ser humano se insensibiliza, porque estamos rodeados de instrumentos que nos convierten en consumidores insensibles. Y lo consumimos todo. Incluso el dolor ajeno.
Es muy triste.
Bueno, voy a ver si me leo más posts. Besinos
Publicar un comentario
<< Home