El beso

Estaba yo ahora mismo aquí escribiendo, pasó mi madre y me plantó un besazo en la mejilla... un gesto tremendamente tierno, aunque no consiguió hacerme llorar (que sería lo lógico en mí). Es que para mí lo peor son las mañanas. Según me despierto, de pronto toda la historia vuelve a mi cabeza... me levanto con la sensación de "algo va mal", y luego lo recuerdo todo de golpe. Así y todo, reconozco que estoy mejor que hace casi un año, o eso creo.

Paco tiene razón (y Marco también), tengo mucha suerte. Tengo muchas personas que me están apoyando, no sé si lo merezco o no, pero ahí están. Y si buscara debajo de las piedras, saldrían más. Como casi todas estas personas las tengo lejos, abundan las propuestas de charlar por teléfono, de visitarme, de llevarme de juerga... y se agradece, la verdad. Lo que sí me impresiona de mí misma es que de pronto parece que he perdido un poco la sensibilidad... bueno, si eso me ayuda a sobreponerme, bienvenido sea, mientras no me convierta en alguien que no quiero ser.

Besitos.