Hablar
Dicen que hablando se entiende la gente, que todo se puede arreglar (con sus excepciones, por supuesto). Pero hay ocasiones en las que una persona no quiere hablar, no quiere pararse a dialogar porque le ciega el miedo, la confusión, la ira, el odio... lo que sea. Es bastante frustrante intentar hablar a alguien que no te está escuchando.
A veces hay malentendidos, o cosas que se entienden de una forma que no es del todo correcta. Si no nos sentamos a hablar tranquilamente con la persona, jamás sabremos qué parte es cierta, qué parte es falsa, qué parte es ambigua y qué parte hemos interpretado como nos ha dado la gana.
A veces cometemos "errores" y en vez de hablar sobre ellos los intentamos ocultar por no lastimar a la otra persona... cuando lo que más daño hace es la falta de confianza. A veces cometemos "errores", lo decimos y la otra persona no se ve capaz de entender, de escuchar, de aprender. A veces esos "errores" son consecuencia de una serie de hechos, sin que sirva como excusa, pero si uno se sentara a hablar de ello en vez de cegarse por la rabia, quizá lo comprendiese mejor. Escuchar es algo que no siempre se puede hacer, es algo para lo que uno a veces no está preparado. Y yo lo comprendo, soy la primera que en ocasiones no quiero escuchar.
Pero sí quiero comprender, y que me comprendan.
3 Comments:
Parece tan sencillo, pero a veces lo ponemos tan difícil y es porque no asumimos que somos vulnerables y con parecidos sentimientos. Aunque a veces es mejor no volver a hablar porque lo vamos a empeorar todo.
Xitos guapa.
Coincido con Paco.
Además, hay personas que cuando se cierran... es imposible pedirles que salgan, aunque solo sea para hablar.
En fin...
Un besito
Amen, hermana.
Puf, no coincido para nada con Paco y Marco, lo siento. Hay que hablar y dejar las posturas claras, aunque a veces cueste y a veces sea peor... lo que vulgarmente se llama dar la cara.
Ale, abrazos para todos
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